Il lusso
Los valiosos objetos procedentes de Grecia y del mundo helénico llegados a Roma como botín de guerra a partir del siglo II a.C. influyeron en las costumbres de las clases más acomodadas e introdujeron en la vida privada objetos de lujo realizados siguiendo la moda helénica.
Entre los ajuares funerarios de elevada calidad artística y materiales preciosos destacan los restos de un lecho de hueso con escenas de Dionisio niño, conservados junto a las cenizas del difunto en una urna de alabastro por Esquilino, así como un lecho funerario de bronce de Amiterno, con refinadas incrustaciones de cobre y plata.
Proceden de las estancias privadas los revestimientos de bronce con los que se ha reconstruido la Cama capitolina y el mosaico policromo con animales marinos ribeteado de acanto.