Il Diaframma de Lanfranco Colombo: una historia italiana

La exposición, patrocinada por el Assessorato alle Politiche Culturali del Ayuntamiento de Roma y la Fondazione 3M y organizada por la Asociación Cultural Fotoleggendo, ilustra aspectos diversos de la historia de la fotografía desde la década de 1960 hasta hoy y recorre todas las escuelas: del reportaje a la investigación, del retrato a la fotografía natural, de la moda al still life.
Junto a autores italianos - se puede afirmar que por Diaframma pasaron los mejores fotógrafos italianos - aparecen destacados exponentes de la fotografía francesa, americana, británica, japonesa, española, alemana y un interesante elenco de la fotografía rusa.

La historia de Il Diaframma echó a andar el 13 de abril de 1967 en via Brera 10, en Milán, con la inauguración de la exposición fotográfica de Paolo Monti que recogía, junto a sus clásicas imágenes en blanco y negro, algunas investigaciones abstractas sobre el color realizadas por este fotógrafo profesional desde 1954. Ese día nacía una galería, abierta por un empresario milanés arrastrado por la pasión por la fotografía, Lanfranco Colombo, destinada a convertirse en un hito histórico de la fotografía italiana.
Colombo ya había dado muestra de su valía como fotógrafo - Premio Miami en 1963 por el libro “Cinque Rune” y, al año siguiente, Premio Nadar por “Ex Oriente” - y como editor - en 1966 creó la editorial Il Diaframma y publicó la edición italiana de la revista americana “Popular Photography”. Pero, la apertura de la galería, la primera en Europa dedicada por completo al arte fotográfico, lo convirtió en un referente que se ganaría el reconocimiento unánime.
Durante muchos años, por las dos plantas de la galería pasaron autores italianos y extranjeros de extraordinaria importancia, algunos ya confirmados como Mario De Biasi, Gianni Berengo Gardin y Mario Giacomelli, y otros que lo serían poco después de su debú entre aquellas paredes como Gabriele Basilico o Giuseppe Pino.

Resulta imposible sintetizar en pocas líneas la larguísima historia de Il Diaframma, que duró casi 30 años, pero es fácil comprender la importancia de una galería que catapultó la fotografía italiana de sus inicios, cuando sólo interesaba a unos pocos, a la actual situación que por fin reconoce su papel y su importancia. Si actualmente existen en Italia galerías, festivales, escuelas y publicaciones de valor internacional se debe de alguna forma al camino que hace casi 40 años emprendió Il Diaframma, convirtiendo su galería en el punto de encuentro del que nacieron innumerables ideas.